Aunque durante la semana no tenía muy buenos augurios sobre mi rendimiento en esta prueba, y sobre todo si lo iba a pasar muy mal, finalmente ha sido uno de los triatlones que he disfrutado más de inicio a fin.
El martes previo, salimos a correr por el cerro San Cristobal, Eduardo, Luis, Javier y yo, y me sentí sin fuerzas. Prácticamente iba arrastrándome. El miercoles que salí a rodar un poco con la bicicleta, y también me encontré con sensaciones de cansancio. Creo que a partir del jueves comencé lo que Miguel llama "la supercompensación" y a tener mejores sensaciones.
El domingo, llegamos a las 7 de la mañana a Piedra Roja. Buena hora para organizar en boxes las cosas e ir a nadar a la laguna un poco antes de comenzar a competir. 10 minutos de nado me hicieron entrar en calor muscular. Mis miedos eran los habituales antes este segmento de la prueba, que no llevo demasiado bien. Los manotazos, patadas y agobios, me hacen siempre pasar mal la fase de natación, y más en este caso que partíamos unos 250 atletas. Pero en esta ocasión, desde la partida todo fue fenomenal. Pude coger ritmo y apenas hubo enganchones ni patadas ni manotazos, tan sólo un nadador algo despistado que se cruzaba constantemente.
Finaliza el segmento de agua y voy rápidamente a tomar la bicicleta. Desde un principio comienzo con buen ritmo y a adelantar a competidores. Perfectamente acoplado y a muy buen ritmo ( me salió una media de 38 km/h) fue un continuo adelantar a otros participantes.
Por último, llegado al segmento de trote, me lo tomé más relajado que la bici, ya que los que iban delante mía me llevaban bastante distancia y yo le sacaba bastante distancia a los que venían tras mía. Tan sólo en los últimos 2 km, donde pude ver a un corredor que llevaba tantos giros como yo y podría de mi categoría, aumenté el ritmo para poder alcanzarlo.
El resultado fue 1º en mi categoría y 20 en la general.
jueves, 27 de octubre de 2011
sábado, 8 de octubre de 2011
Ardaleños en Chile
Aunque yo no conocía a ninguno de los dos, Damián porque es muy joven y cuando me marché de Ardales el apenas tendría un par de añitos, y a Juan porque el es chileno descendiente de ardaleños, y por supuesto no conocía.
La llegada de Damián a Chile hizo que amigos en común (José Calderón) nos pusiese en contacto y sus padres, a los cuales si conocía, ya me hablaron bastante de él un día que fui a Ardales.
De Juan no sabía nada, y fue Damián el que contactó con él.
Así que celebramos una junta y nos fuimos a cenar a un restaurante español con bastante fama en Santiago, y comí "paella para cenar", eso que estaba reservado para los giris en las playas de España.
Este es el inicio de "la comunidad ardaleña en Chile". ¿Seguirá creciendo?
La llegada de Damián a Chile hizo que amigos en común (José Calderón) nos pusiese en contacto y sus padres, a los cuales si conocía, ya me hablaron bastante de él un día que fui a Ardales.
De Juan no sabía nada, y fue Damián el que contactó con él.
Así que celebramos una junta y nos fuimos a cenar a un restaurante español con bastante fama en Santiago, y comí "paella para cenar", eso que estaba reservado para los giris en las playas de España.
Este es el inicio de "la comunidad ardaleña en Chile". ¿Seguirá creciendo?
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