jueves, 7 de octubre de 2010

6ª posición en el "cruce de Chile"

Intenso fin se semana que me ha permitido cruzar Chile desde Portillo, en la frontera con Argentina, a 2800 m de altura, hasta Valparaiso, en la costa.
Climas, pueblos y paisajes variados. Corriendo durante el día, la noche, la madrugada.
La partida fue el sábado a las 12:00 y las primeras posta era unas duras e intensas bajadas. Posterioemente, hizo presencia el calor y finalmente llegó la noche y el frío, aunque afortunadamente no hizo mucho y fue bastante llevadero. Íbamos en una furgoneta 
Yo corría en la 9ª posición, o sea, que corría los tramos 9, 19 y 29. El tramo 9 era de 15 km con ligera pendiente hacia arriba, ideal para mi estado de forma y cualidades, pero algo me había sentado mal y sobre el km 7 el cuerpo no me respondía. Aunque lo intentaba era imposible y prácticamente iba arrastrándome y teniendo que pararme varias veces. Llegué como pude perdiendo cerca de 10 minutos sobre el tiempo previsto. Finalizado el primer sector de 100 km había una parada de 4 horas desde la llegada del primer equipo para reagrupar a todos los equipos y para ducharnos, recibir masajes, comer algo e intentar dormir.
En esa para me encontraba fatal. Intenté comer algo pero lo vomité todo. No conseguía retener nada de alimentos ni líquidos y los síntomas de deshidratación  comenzaban a ser evidentes.
A las 23:00 comenzó el 2º sector. Todos correríamos por la noche.
Intenté volver a hidratarme bebiendo isotónico poco a poco hasta que me tocase mi tramo. Cuando comencé a correr mi tramo de 10 km, inicialmente me encontraba bien, pero a partir del km 5 comencé a sentirme mal y muchos calambres en las piernas. La falta de alimento e hidratación me estaban pasando factura. En el km 7  los tirones musculares eran bastante dolorosos y estaba planteándome el abandonar, pero como tendrían que llamar a la furgoneta, venir a buscarme y el siguiente corredor tendría que salir desde mi posición, intenté acabar como pude ya que pensé que íbamos a perder menos tiempo. 
Acabé como pude pero decidí que el tercer tramo no lo iba a poder realizar porque las posibilidades de una lesión importante eran grandes.
Lo bueno es que al ser por equipo, mi posta, la 29, la realizaba el siguiente corredor y la última el primero de la lista.
Gracias a que era un equipo homogéneo en niveles, mis pérdidas fueron compensadas por mis compañeros haciendo que el equipo no perdiese la posición.  
En resumen, una experiencia inolvidable.