El primer día llegamos a Cusco y nos lo tomamos con calma
para habituarnos a la altura de 3400 msnm a la que se encuentra. Bebimos mate
de coca y paseamos con tranquilidad.
La primera noche fue complicada para dormir. Yo me ahogaba y
me faltaba el aire, y a Ximena le dolía algo la cabeza.
Tras el primer día más relajado, el segundo lo dedicamos a
visitar museos y puntos turísticos de Cusco. El centro histórico de Cusco es
igual a muchas ciudades y pueblos españoles. Queda evidente que aquí llegaron
españoles y construyeron una ciudad a semejanza de las que había en España.
Este primer día hicimos el típico city tour en el que visitas varias ruinas
incas a los alrededores de Cusco.
El segundo día hicimos el tour “Valle Sagrado”, en el que
las localidades más importantes de la visita son Pisaq y Ollantaytambo. La
mayoría de los turistas vuelven a Cusco después de llegar a Ollantaytambo, pero
nosotros teníamos billete de tren desde Ollantaytambo hasta Aguas Calientes
(Machupicchu) a las 6 de la tarde, por lo que nos quedamos en esa localidad.
Estando en Ollantaytambo me di cuenta que olvidé las
entradas a Machupicchu en Cusco. Afortunadamente llamé al hostal, las localizaron
la escanearon y me la enviaron por correo, imprimiéndola en un ciber en
Ollantaytambo.
Para ir a la estación, nos montamos en el taxi típico de la
zona, la moto taxi. Más como anécdota ya que caminando se tarda 15 minutos.
Cuando llegamos a Aguas Calientes era de noche, con luna
llena, y el paisaje era espectacular. Rodeado de puntiagudas cumbres de unos
400 m de altura, prácticamente verticales y cubiertos de vegetación en su
totalidad, me recordaba a los paisajes de las películas de King Kong.
En Aguas Calientes, nada más bajar del tren, ya te están
ofreciendo alojamiento, que puede ir desde 25 soles por persona, el
alojamientos bastante decentes para lo que se quiere, que es pasar la noche, ya
que a la mañana siguiente hay que madrugar para subir a Machupicchu.
A las 5:30 ya estábamos esperando para tomar el bus que te
sube a Machupicchu. Algunos turistas se atreven a subir la empinada cuesta a
pie. El bus tarda 20 minutos por una carretera con grandes precipicios y a una
velocidad que nos parecía temeraria.
En Machupicchu nos fuimos hasta la entrada del Huaynapicchu
al que entrábamos a las 7:00. La entrada está limitada a 200 personas, se tarda
sobre una hora en subir. El lugar y el paisaje es espectacular, y merece la
pena subir.
Después de bajar, dimos un paseo por Machupicchu. El tour
dura sobre 2 horas y cuando nos marchábamos de vuelta a Aguas Calientes, era
cuando llegaba la gran mayoría de turistas que habían salido de Cusco por la
mañana y llegan a Machupicchu de 11 a 12 de la mañana, cuando nosotros
llevábamos casi 6 horas de visita.
En Aguas Calientes, nos fuimos a las termas para darnos un
baño y ducharnos. Almuerzo y tomar el tren de vuelta a Cusco.
Al llegar a Cusco, la ciudad estaba casi colapsada de gente
en la calle. Una procesión, fiestas criollas y hallowen. La plaza de armas
hasta arriba. Los peruanos son muy de vivir en la plaza.
Último día. Pasear por Cuzco, comprar regalos y recuerdos. Allí nada tiene precio fijo. Desde el primer precio que te dan, puedes llegas a bajar hasta un 30% o un 50%, por lo que hay que regatear. Al final de la avenida del sol hay un centro de venta de artesanía y recuerdos a bastante buen precio y más barato que en la plaza de armas.
Fotos