El clima nos ha acompañado y aunque es invierno, se puede estar perfectamente en camiseta y pantalón corto e incluso ir a la playa y bañarse. Por las noches refrescaba un poco. La temperatura del agua era perfecta para el baño y las playas ideales para los que les guste el surf.
Hicimos las visitas típicas de Rio de Janeiro a el pan de azúcar y el cristo Corcobado, desde donde se veían espectaculares vistas de Rio de Janeiro.
Por la noche nos mantuvimos en los alrededores del hotel que estaba en Copacabana, porque todo el mundo nos había advertido del peligro de robo y asalto en la calle, por lo que fuimos a restaurantes de alrededor, pero estuvimos incluso paseando por el paseo marítimo y no hubo ningún percance. Eso si, con el dinero en efectivo llevaba lo justo por si había que tomar un taxi y poco más, además de no hacer mucha ostentación de cámaras, teléfonos, etc.
Respecto al cambio de moneda, realicé cambio en una casa de cambio en el aeropuerto, luego saqué dinero de un cajero y otras cosas las pagué con tarjeta. Después hice cuentas y lo más conveniente es pagar con tarjeta.
El cambio en la casa de cambio salió a 2,06 reales por euro, en el cajero salió a 2,27 reales por euro, y pagando con tarjeta a 2,29 reales por euro, un 10% más que lo que me dieron en la casa de cambio.
Por supuesto aprovechamos para tomar los típicos colo loco y caipiriña, que estaba muy rica.
Se hizo corto y con ganas de volver.
