martes, 27 de abril de 2010

Ascenso cerro El Pintor (4200 m)

Málaga26-16 ºC
Santiago de Chile18-3 ºC


Este ascenso se planificó como parte de la preparación para la subida al cerro El Plomo de 5450 m (al fondo en la foto).

Todo surgió como idea de Miguel y mía de aprovechar el estar en un pais con semejantes montañas, y sin necesidad de hacer grandes viajes ya que Santiago se encuentra a los piés de estas montañas.

Para organizar la especidición recurrimos a David, compañero de entrenamientos y gran experto en la montaña. Entre otras cosas es el vicepresidente de la federación chilena de montañismo.

David nos informó que la subida a el Plomo no se puede hacer de un tirón, ya que debido a la altura se produce mucha puna, que son mareos, dolor de cabeza y vómitos que se produce por la falta de oxígeno. Normalmente la subida a el Plomo se hace en 4 o 5 días, pero como ninguno disponemos de tanto tiempo y era necesario una preparación, haríamos un ascenso un fin de semana con idea de dormir una noche en altura y habituar el organismo a estas condiciones, para la semana siguiente realizar el ascenso en 3 días. Primer día llegar hasta el campamento base, segundo día ascenso y bajada al campamento base y tercer día retorno.

Inicialmente teníamos previsto hacer la subida en febrero, pero tuvimos que aplazarlo por mi rotura de clavícula. Posteriormente el maratón de Santiago lo volvió a retrasar. Finalmente fijamos la fecha del ascenso de preparación para el 24 de abril para proceder a realizar el ascenso a El Plomo si todo iba bien a la siguiente semana.

El grupo de ascenso fuimos los siguientes. De izquierda a derecha en la foto. Jose Pablo, Ingrid, Andrés, yo, Juan Pablo y David, nuestro sherpa.

Miguel se cayó en último momento por unos cursos que estaba recibiendo en su trabajo.

Desde Santiago, partimos en coche hasta Farellones a algo más de 40 km y desde el centro de ski de La Parva ascendimos pocos km más por camino de tierra para iniciar el ascenso a unos 3300 m.

Desde aquí, el recorrido debíamos hacerlo en unas 3 horas para llegar a la cima sobre las 5 y montar el campamento antes de que se hiciese de noche, pero nos entretuvimos más de lo debido y tardamos algo más de 4 horas, y nos pilló la noche ascendiendo. Además, se levantó una ventisca muy fuerte y fria que nos dificultó mucho montar las tiendas de campaña.

Una vez montado el campamento, David nos recomendó no quedarnos quietos para evitar la puna. Llevábamos cocinilla con las que preparamos fideos con machas y té caliente. El frio era tal que el agua empezaba a helarse.

La noche fria fria. Al amanecer, el interior de la tienda de campaña estaba helada, y todos los líquidos, aún estando dentro, estaba congelado, por lo que para poder desayunar y tomar té o café, hubo que descongelar el agua. Durante la noche, a Juan Pablo y a Andrés les dió puna, u sobre todo Andrés lo pasó bastante mal con vómitos y dolores de cabeza.

Yo cometí el error de quitarme los guantes para dormir y dejarlos fuera. A la mañana siguiente los guantes estaban helados y no me los podía poner, y sin guantes las manos se me helaban.



Frente a nosotros teníamos al cerro El Plomo, que parecía estar muy cerca, pero después de ver en google earth el recorrido que hicimos, resulta que sólo el campamento base está al doble de lo que habíamos recorrido para llegar a El Pintor.
David nos estuvo explicando la ruta para el ascenso, y que existen 2 rutas más. Por el glaciar Iver, más rápido y más peligroso, y por el glaciar colgante, pura escalada en hielo, para los extremistas.


Finalizado el ascenso, y muy a pesar mio, David nos dijo que el ascenso a El Plomo se aplazaba para época de mejor clima, ya que si la ventisca que nos cogió lo hace en 5000 m, lo habríamos pasado muy mal, y el clima y temperatura empezaban a ser muy malos.

1 comentario:

  1. gracias por el relato, interesante experiencia y me queda claro que hay que ir con una persona experimentada en montaña
    saludos y exito

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